En el mundo de la eficiencia energética, los aislamientos térmicos en Valencia son clave para lograr un hogar más confortable y sostenible. Existen diversas formas de aislar una vivienda, pero hoy nos centraremos en dos tipos fundamentales: el aislamiento térmico interior y el aislamiento mediante envolvente. Ambos sistemas tienen ventajas específicas, y conocer sus diferencias puede ayudarte a tomar la mejor decisión según tus necesidades.

Los aislamientos térmicos interiores se instalan dentro de la vivienda, normalmente aplicándose en paredes, techos o suelos. Es una solución ideal cuando se desea mejorar el confort térmico sin realizar grandes obras exteriores. Es especialmente útil en pisos dentro de comunidades donde no es posible intervenir en la fachada. Además, suele ser más económico y rápido de instalar. Sin embargo, reduce ligeramente el espacio habitable y no elimina los puentes térmicos del edificio, por lo que su eficacia puede ser limitada en ciertos casos.

Por otro lado, el aislamiento por envolvente térmica actúa desde el exterior del edificio. Incluye soluciones como el sistema SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior) o el uso de fachadas ventiladas. Este tipo de aislamiento recubre completamente la estructura del inmueble, eliminando los puentes térmicos y protegiendo el edificio de las variaciones de temperatura, la humedad y los agentes atmosféricos. Aunque su coste es mayor y requiere obras más complejas, ofrece un rendimiento térmico superior y una mayor durabilidad.

Una diferencia clave entre ambos sistemas es su impacto en la estética y funcionalidad del inmueble. Mientras que el aislamiento interior no altera la fachada, el aislamiento envolvente permite renovar la imagen del edificio, lo cual es una ventaja en rehabilitaciones.

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